lunes, 19 de julio de 2010

LA ROJA









España entera sabe lo que es ser Campeón del Mundo y cómo se celebra dicho éxito gracias a una generación irrepetible de futbolistas, comandados por Xavi e Iniesta.

Con el fútbol espectáculo por bandera, España desmembró poco a poco a una Holanda que sólo propuso patadas y algún contraataque con la asociación Sneijder-Robben, lo único salvable de la ‘Oranje’.

Pero España tiene más recursos y más argumentos para ganar, por eso apostó por la victoria y no por la lotería de unos penaltis que sí buscó Holanda.

Casillas estuvo salvador en un mano a mano con Robben, Villa pudo evitar el sufrimiento casi a puerta vacía, pero el destino quería que Iniesta se consagrase una vez más.